La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó una Solicitud de Licencia Biológica Suplementaria (sBLA) para su vacuna actualizada contra el COVID-19 para personas de 12 años en adelante. Además, ha recibido la Autorización de Uso de Emergencia para individuos de 6 meses a 11 años. La vacuna actualizada contra el COVID-19 de Moderna incluye proteínas spike para el sublinaje XBB.1.5 del virus SARS-CoV-2 con el fin de prevenir el COVID-19 en personas mayores de 6 meses.
Stéphane Bancel, CEO de Moderna, resalta la importancia de estas actualizaciones en el contexto actual de la continua amenaza del COVID-19, especialmente durante la temporada de enfermedades respiratorias. A medida que el virus continúa evolucionando con nuevas variantes, las vacunas actualizadas desempeñarán un papel crucial en la protección de las personas durante la temporada de vacunación 2023-2024.
Esta actualización representa un cambio de una vacuna bivalente (con componentes dirigidos a la cepa ancestral y BA.4 BA.5) a una vacuna monovalente (XBB.1.5). Este cambio se alinea con las recomendaciones de las autoridades de salud pública para actualizar la composición monovalente XBB.1.5 para la temporada de vacunación de este año, principalmente debido a la casi ausencia de la cepa ancestral. La vacuna monovalente trabaja para proteger contra sublinajes como XBB.1.5 y tiene como objetivo producir niveles óptimos de anticuerpos protectores, reduciendo el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte.
Moderna ha recopilado datos clínicos sobre su vacuna monovalente XBB.1.5, demostrando una respuesta inmune efectiva contra múltiples sublinajes, incluyendo XBB.1.5, XBB.1.16 y XBB.2.3.2, así como variantes como BA.2.86, EG.5 y FL.1.5.1. Las agencias de salud están vigilando de cerca la variante BA.2.86, que presenta más de 30 mutaciones en comparación con variantes previas de Ómicron. Esto ha llevado a varios gobiernos a acelerar las campañas de vacunación para aumentar la inmunidad protectora generada por la vacunación previa o la infección con el COVID-19.
En este contexto, la historia de la vacuna COVID-19 está lejos de concluir. El desafío actual radica en aumentar la cobertura de vacunación a nivel mundial, abordar la reticencia a la vacunación y combatir las nuevas variantes del virus. A pesar de los avances significativos en materia de inmunización, se requiere una acción inmediata por parte de la sociedad civil y los gobiernos para abordar cuestiones críticas y alcanzar los objetivos de cobertura de vacunación en todos los países.
La doctora Yamile Sandoval Sánchez, Gerente Médica de la Unidad de Vacunas de Asofarma, enfatiza los beneficios colectivos de la vacunación, esenciales para contener la propagación del virus y garantizar la protección de las personas más vulnerables. Cada día, la ciencia reafirma la seguridad y eficacia de estas vacunas, subrayando la importancia de promover la vacunación en la población. «La tecnología de ARNm es una auténtica revolución en la lucha contra enfermedades infecciosas. Ahora debemos seguir promoviendo la investigación con los más altos estándares de calidad, adaptarnos a los cambios como sociedad y abogar por la vacunación anual como un acto individual de amor con un impacto social y colectivo significativo», concluyó la doctora Sandoval.
Hoy en día, la comunidad científica trabaja incansablemente para desarrollar vacunas seguras e inmunógenas, no solo contra el COVID-19 sino también contra otras enfermedades potencialmente mortales y discapacitantes. La capacidad de Moderna para desarrollar, fabricar y comercializar rápidamente vacunas contra el COVID-19 demuestra el potencial de la tecnología de ARNm, no solo para la cepa ancestral sino también para las subvariantes del Ómicron. En el caso de las vacunas contra el SARS-CoV-2, hemos evolucionado de una vacuna que protegía contra la cepa original, al desarrollo de vacunas más actualizadas o bivalentes que protegían contra la cepa ancestral y contra subvariantes de Ómicron, hasta llegar a esta nueva actualización contra XBB.1.5 monovalente recién aprobada por la FDA y EMA.
El 2 de octubre pasado, se otorgó el Premio Nobel de Fisiología a Katalin Karikó y Drew Weissman por su destacada contribución en el desarrollo de vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm) contra el COVID-19. Este reconocimiento celebra el trabajo que ambos científicos realizaron durante más de cuatro décadas y los posiciona como pioneros en el estudio del ARNm y sus beneficios para la salud pública, revolucionando nuestra comprensión del ARNm y sus aplicaciones.
Diciembre de 2023 marca tres años desde la identificación del primer caso de COVID-19, el inicio de una pandemia que paralizó el mundo y desencadenó una carrera científica sin precedentes en el siglo pasado para desarrollar una vacuna segura y efectiva contra la enfermedad.
Desde entonces, Moderna, una empresa con más de 10 años a la vanguardia en la investigación de la tecnología de ARNm, ha sido reconocida no solo por desarrollar una vacuna altamente efectiva contra el SARS-CoV-2 en tiempo récord, sino también como una empresa que continúa invirtiendo en el desarrollo de vacunas actualizadas para proteger a las personas contra las variantes emergentes, lo que la posiciona como un aliado global en materia de salud pública.
La vacuna COVID-19 de Moderna ha sido autorizada en más de 70 países, y hasta la fecha, se han producido más de mil millones de dosis.