En su búsqueda por convertirse en el primer banco Neto Positivo y hacer banca con propósito, BAC está reimaginando sus tarjetas, cambiando el material actual (plástico PVC) por un material amigable con el medio ambiente. El objetivo es reducir el uso de plástico y cambiarlo por un material de origen natural hecho a base de maíz no comestible (PLA) que pueda ser compostado para generar valor ambiental positivo.
La nueva tarjeta está compuesta por un 82% de material derivado del maíz no comestible (PLA: ácido poliláctico), cuya producción requiere 26% menos de energía y emite 66% menos de gases de efecto invernadero en comparación con el plástico. Además, el material puede molerse y ponerse en compostaje para que regrese a la naturaleza de manera segura en pocos meses y no en cientos de años como es el caso del plástico.
Gisela Sánchez, directora regional de Estrategia & Relaciones Corporativas de BAC comentó: “Hace menos de un año, en BAC nos propusimos convertirnos en el primer banco Neto Positivo de la región y hoy estamos materializando acciones concretas que nos acercan cada vez más al logro de esta visión. Como equipo, tenemos el norte muy claro así como, el compromiso y la motivación para seguir “reimaginando la banca para generar prosperidad en las comunidades que servimos”. Por eso, nos llena de orgullo saber que nuestros clientes ya pueden utilizar la primera Tarjeta BIO de la región, y al hacerlo, formar parte de la construcción de un futuro más sostenible”.